La vuelta del siglo XIX al XX trajo un cambio espectacular en la hasta entonces tranquila actividad minera aurífera fueguina desarrollada únicamente de manera artesanal.
A fines de 1902 Archivald Cameron, un neocelandés radicado en Magallanes y un tal Musgrave, ambos con experiencia en trabajos auríferos discurrieron instalar maquinaria a pistón y un sifón para lavar el material extraída de la circa. El ensayo no funciono adecuadamente y debió ser abandonada.
Al poco tiempo los norteamericanos J.D. Roberts, David Bricker y Robert Sutphen, quienes convinieron en que la introducción de maquinaria aumentaría el rendimiento, dando por sentado que el distrito norfueguino era verdaderamente rica en oro.
Sutphen viajo a buenos aires donde consiguió convencer a varios capitalistas para que aportaran dinero contribuyendo a formar la compañía Sutphen de lavaderos de oro de tierra del fuego, la primera entidad que habría de operar en Magallanes con faena mecanizada en 1903.
Informe técnico de lo dirigentes de la compañía Sutphen
“Esta actualmente demostrado, escribió el ultimo, que la isla es de excepcionales condiciones para el dragado, principalmente en los valles de rió oro, el rió verde y el rió oscar, así como en los valles de muchos de sus afluyentes. Entre todos ellos el valle del rió del oro debe ocupar el primer lugar, no solamente por razón de su record pasado, si no también a causa de la extensión del área dragadle que presenta y la uniforme riqueza que han relevado recientes estudios, no tomando en cuenta los resultados obtenidos en las operaciones de esta compañía”
La draga y demás elementos mecánicos arribaron a las playas fueguinos, desde donde se trasladaron a rió del oro. Se comenzó su armado y se construyeron para la administración y vivienda, bodegas y demás. La draga fue lanzada al agua en enero de 1905, pronto se supo que su producción alcanzaba a 1500 gramos de oro por día.
Si bien hubo un interés colectivo no se registro un fenómeno inmigratorio notorio. Fue un estado febril que afecto a especuladores e inversionistas y por tanto a las empresas constituidas con inusitada rapidez ante el señuelo de la riqueza abundante. Es decir la conmoción emocional motivadora fue propia de gente de la burguesía, con recurso para invertir en proyectos.
Consecuacionalmente, las instalaciones y maquinarias se multiplicaron en la isla grande de tierra del fuego. En 1907 y 1908 la compañía Sutphen tenia dos dragas nuevas en operación, a de la primera en desuso por antigua y para la mitad de 1908 agregaría dos mas.
El personal ocupado en las distintas faenas se acercaba a cuatro centenares de hombres. exactamente 368 en once asientos mineros (rió verde, casa de lata, rió rosario, rió santa Maria, chorrillo sperett, chorrillo de los volcanes, rió Pérez, rió del oro, sutphen, mina nueva y rió progreso.
Al fin, al concluir 1908, ya hasta los mas porfiados optimistas habían perdido toda esperanza. La minería aurífera mecanizada había sido un episodio efímero y de escaso fruto. en 1909 poco o nada restaba de la faena afanosa de dos o tres años antes. Al a vista solo estaban las enormes maquinarias e instalaciones., algunos elementos quedaron encajonados en los lugares en los que fueron descargados y allí permanecieron por años.
La riqueza aurífera fabulosa soñada por muchos que quisieron ver a la tierra del fuego invertida en una nueva California, había resultado al fin una quimera.
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