Bahia Sloggett, costa sudoriental fueguina.

Este es ciertamente un episodio autónomo en el historial de episodios auríferos, pero
íntimamente ligado al hallazgo precedente de Páramo.
En efecto, el mismo Julio Popper, deseoso de asegurar para sí cualquier otro yacimiento de oro aluvial que hubiera en el litoral fueguino argentino, a poco de llegar a la Tierra del Fuego se preocupó de explorar igualmente hacia el sur de la bahía de San Sebastián, con tal propósito. Como podía esperarse por las condiciones geológicas de la costa y conocida la acuciosidad del rumano, este efectivamente encontró manifestaciones auríferas en la bahía Sloggett, en el litoral sudoriental de la isla grande fueguina, e incluyó ipso facto el yacimiento entre sus demandas de pertenencias. No existe certidumbre respecto de la fecha de su concesión, si es que de verdad la obtuvo, pero el hecho es que antes de 1888 ya había instalado allí un lavadero a cargo de un tal Wagner, ingeniero. La duda surge de la medida adoptada el 5 de septiembre de ese mismo año por el gobernador de Tierra del Fuego, Félix Paz, quien se atribuía también el hallazgo y por tanto la facultad para disponer del mismo, y que en la fecha que se menciona viajó a Sloggett y ordenó paralizar las faenas extractivas e hizo detener a Wagner y a su personal, a quienes condujo a Ushuaia. Fue ese, uno más de los varios incidentes que por entonces se suscitaron entre Popper y la autoridad territorial.
Conocidas como son sus buenas relaciones con gente del gobierno en Buenos Aires, el asunto se resolvió en su favor y Popper consiguió la libertad de sus trabajadores y la restitución del lavadero. Se sabe así que para julio de 1891 trabajaban allí 31 hombres, de los que todos, salvo uno, eran croatas de Dalmacia.
Sensiblemente no se conocen mayores antecedentes acerca de la forma en que se trabajaba en Sloggett, aunque podría colegirse que la misma no debió diferir mucho de aquella de Páramo, posiblemente con una menor complejidad en instalaciones, y sobre cuál pudo ser el rendimiento del yacimiento, pues todo ello estuvo comprendido en la forma reservada en que se manejó el ingeniero rumano.

No hay comentarios:

Publicar un comentario